Si está en tu cabeza, está en mis manos.

Ojo.

Te cuento una historia real.

Hace poco, un importante medio de comunicación en México me ofreció patrocinar un gran evento. Era un espacio perfecto para la marca que yo representaba. Tan adecuado, que hubiera pagado con gusto el costo de su patrocinio (¡incluso más!) sin dudarlo un segundo.

Lo rechacé.

¿Qué estuvo mal?

No fue el costo. No fue la empresa, ni la fecha. Tampoco el equipo comercial (fueron muy amables).

El problema fue su comunicación.

Me di cuenta después, cuando acudí al evento.

Lo que vi aquel día no coincidía con la propuesta que me habían presentado semanas atrás.

Simplemente, el equipo comercial no supo reflejar en mi mente lo que sí estaba en su cabeza.

Y eso no fue lo peor:

También me enteré de que otra empresa vivió exactamente lo mismo. No supieron comunicarle las ventajas y su importancia de manera atractiva.

El resultado: se quedó mucho dinero sobre la mesa.

¿Te suena familiar?

Durante mis más de 15 años de experiencia negociando patrocinios, alianzas y estratégias, he visto todo:

· Textos que no comunican, aburridos… incluso llegué a recibir correos que nunca logré descifrar.

· Páginas web, presentaciones, propuestas y discursos sin un mensaje claro y taaaaan tediosos, que me llevaban a viajar a otros mundos mientras los escuchaba o leía.

¿También lo has sufrido?

La base científica:

El cerebro no gasta energía de más para fijar su atención en un mensaje que NO entiende fácilmente.

Si tu comunicación no es clara y atractiva, no conectará y simplemente “saltaremos” a la próxima opción.

¿Cómo puedo ayudarte?

Tú eres experto(a) en tu negocio.

Yo soy experto en comunicación.

Te ayudo a ver lo que quizá no estés viendo y transmitir el mensaje que realmente importa.

A que tu comunicación sí conecte y logre resultados.

Sé que es difícil confiar en alguien que aún no conoces, así que te ofrezco un diagnóstico básico sin costo para que veas el valor que puedo aportarte.

Solo llena el formulario que encontrarás abajo y recibirás respuesta para agendar una videoconferencia.

Después, podrás decidir si trabajas conmigo o no. Así de simple y conveniente para ti.

Contesta el formulario:

Si está en tu cabeza...

Te ayudo a ponerlo también en la de tus clientes, de manera clara y eficaz.